Desgarrada e intensa, como su alma, Jean Rhys dejó este testimonio entre las notas destinadas a la última parte de sus memorias Una sonrisa, por favor:
Nada más que de todo un poco: reflexiones, opiniones y dispersiones o lo que me pasa por la cabeza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Morning Sun (Edward Hopper, 1952)

No hay comentarios:
Publicar un comentario