A veces pasa: uno tiene que
aprovechar lo que encuentra por la despensa a la hora de hacer la comida. Esa
leche concentrada que se abrió para una salsa y no se usó por completo. Esos
tomatitos que hay que dar salida sin tardanza. Esas latas que compraste para
unas prisas. Restos por aquí, conservas por allá, un poquito de aderezo y allá
vamos, sin miedo ni complicarse la vida. Esta ha sido mi última ocurrencia:
Pasta corta con champiñones y dos tomates
Por un lado puse a cocer la pasta
corta, que era variada porque mezclé los últimos puñaditos que me quedaban de
diversos tipos que había venido usando (espirales, conchitas y un capricho
tricolor).
Por otro, en una sartén con un
poquito de aceite de oliva, puse a saltear unos tomates cherry en mitades y tomate seco troceado. Luego añadí champiñones
laminados (de lata, escurridos) y, después de darles unas vueltas, un chorreón
de Martini. Subí la temperatura para que este redujera y luego agregar leche Ideal.
Por último, lo dejé hervir unos minutos.
Entonces llegó la mejor parte: la
pasta escurrida al plato, la salsa de champiñones y tomates por encima y, como
toque final, unas láminas de queso parmesano cortadas en el momento y un
pellizco de pimienta y orégano por encima. De ahí, a la mesa ¡y qué bueno
estaba!
Si os animáis a probarlo, espero
que os guste.
Seguro que está riquísimo; yo la leche ideal no la uso (ni nata), pero igual con el aceitito de oliva estará de muerte
ResponderEliminarNo te olvides del Martini :-P
Eliminar