jueves, 13 de noviembre de 2014

Ruido.

A veces parece que nuestro mundo está hecho de ruido, material pesado de la maquinaria cotidiana del que resulta difícil desprenderse, y se diría que algunos no saben vivir sin él. Es tal el hábito del ruido que el silencio, cuando se asienta, nos sorprende.

6 comentarios:

  1. El otro día no tenía coche, así que mi madre me dejó en un punto de Santiago que le pillaba de camino y fui andando desde ahí hasta mi trabajo. Eran sobre las 4, no había casi nadie en la cache, ni siquiera muchos coches, y de repente pensé: Diosss, qué silencioso todo, y aquí no hay música que acompañe, como en las películas. Pero me gustó, porque no tenemos silencio muy a menudo. Biquiños!

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  2. *en la calle Que revisando mira que gazapo xd! Muaa

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  3. A veces parece que el ruido nos acompaña pero qué a gusto se está en silencio, qué necesario nos puede llegar a ser.
    Besucos.

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  4. Para mi el silencio es muy necesario, me gustan las horas en que la ciudad aún calla por eso mismo. En medio del bullicio siempre necesito volver a él.
    Besos

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  5. Definitivamente, soy de los que no pueden vivir sin él: música, conversaciones, radio... necesito sentirlo a mi alrededor para saber que estoy dentro del mundo. El silencia absoluto me asusta, me hace pensar en el espacio: uf, ¡qué cangelo! Otra cosa es el silencio que sale del ruido amortiguado, o el que sigue a la tormenta. Abrazos.

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  6. Exacto, Marilú. Y a veces el ruido nos hace darnos cuenta de lo necesario que es el silencio.

    Te pareces a mi costalero, Marisa ;-) Él también necesita algo de ruido. Yo soy más de recogerme en mí misma, de disfrutar del vacío y perderme un poco en él.

    Besucos.

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