Solemos aferrarnos a lo que tenemos: objetos, personas, sentimientos, recuerdos; y nos cuesta desprendernos de ello como si nos estuvieran cortando una libra de carne.
Nada más que de todo un poco: reflexiones, opiniones y dispersiones o lo que me pasa por la cabeza.
lunes, 27 de abril de 2015
sábado, 11 de abril de 2015
Embarcada en un viaje por las letras
Algunos de los que me conocen un poco saben que me gusta
jugar con las palabras y contar historias: habladora, teatrera y libroadicta
definen tres de mis debilidades características. Esto, supongo, facilitó mi propensión
a enfermar de escritura, dolencia que
padezco desde pequeñita junto con la tendencia a la dispersión y el despiste.
Una mezcla aterradora, os lo puede asegurar mi madre.
No diré cuánto he escrito, cuánto he roto ni cuánto tengo
guardado pero sí que, en ocasiones, me gusta compartir el resultado aunque de forma un
tanto limitada. Y, si el atrevimiento me aguijonea lo suficiente, traspaso mis
propias líneas de defensa y lo llevo a campo abierto (con reticencia o, quizá,
miedo, lo confieso).
De mis actos temerarios no tengo queja hasta el momento
porque, para mi sorpresa, la suerte me ha sonreído. Podría decirse que casi he
hecho pleno en mis apuestas, pocas y sin pérdidas. Y aquí están, de vuelta al
escritorio de donde salieron, aunque ya no se guardarán en el cajón. Las dejaré
a la vista.
De la revista Argonautas (donde me han publicado dos cuentos), ha nacido la Editorial Argonautas, que
comienza su labor con la publicación de un libro de ilustración artística y una
antología de relatos. Entre estos hay tres míos: “El viajero en el sillón de cuero”, que ya
apareció en el segundo número de la revista, y otros dos inéditos, “El vestido
rojo” y “Marea alta”.
La editorial se presentará oficialmente el próximo viernes
17, en Madrid, en un acto al que iré no sé si más intimidada o contenta. Los
libros están disponibles en Amazon y Lektu (aquí en edición digital), por el
momento.
Esta revista-fanzine “estacional” es la interesante iniciativa de La Esfera Cultural cuyo primer número ha visto la luz esta semana.
Un proyecto que me encantó,
como lectora, desde que tuve noticia de él y al que me atreví, casi en el
último momento, a enviar un cuento breve, muy breve.
Y ahí está “Las uñas”, mi pequeña aportación, que podéis
leer si os hacéis con la revista o echando un vistazo en Calaméo.
Para conocerlas mejor, en la biblioteca hay información másdetallada. Pasad a verla.
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Morning Sun (Edward Hopper, 1952)
