Nada más que de todo un poco: reflexiones, opiniones y dispersiones o lo que me pasa por la cabeza.
Desde hace tiempo yo suelo aferrarme a mí misma. Biquiños!
Quizás es porque ya forman parte de nosotras mismas :-)
Bueno, a mí que me cortaran una libra de carne tampoco me importaría :) Fuera bromas, el apego es algo humano, por eso de la empatía. Y más cosas.Un abrazo
Completamente de acuerdo, y que malo es a veces esa sensación!Besos
Eso es importante, Cris, pero tampoco hay que aferrarse tanto que no podamos desprendernos de lo que sobra.Como las bacterias, Mónica ;-P. Claro que es humano, Ana, con todo lo que tiene de bueno y de malo.Cuando sabes que es un lastre, pesa una barbaridad, Carax. Gracias por vuestra visita.
El apego está bien, el enganche, la dependencia o el "no poder vivir sin" es lo que limita supongo yo.Besotes
Porque son "nuestra libra de carne". Abrazos.
Marilú: El apego tiene su razón de ser... hasta que deja de tenerla, cuando se convierte en adicción u obsesión. A veces hay que aprender el desapego. Marisa: ¿De la vital o de los kilos que sobran? ;-)) Cuántas vueltas le doy a la cabeza, ja, ja. Gracias por pasar.
Desde hace tiempo yo suelo aferrarme a mí misma. Biquiños!
ResponderEliminarQuizás es porque ya forman parte de nosotras mismas :-)
ResponderEliminarBueno, a mí que me cortaran una libra de carne tampoco me importaría :) Fuera bromas, el apego es algo humano, por eso de la empatía. Y más cosas.
ResponderEliminarUn abrazo
Completamente de acuerdo, y que malo es a veces esa sensación!
ResponderEliminarBesos
Eso es importante, Cris, pero tampoco hay que aferrarse tanto que no podamos desprendernos de lo que sobra.
ResponderEliminarComo las bacterias, Mónica ;-P.
Claro que es humano, Ana, con todo lo que tiene de bueno y de malo.
Cuando sabes que es un lastre, pesa una barbaridad, Carax.
Gracias por vuestra visita.
El apego está bien, el enganche, la dependencia o el "no poder vivir sin" es lo que limita supongo yo.
ResponderEliminarBesotes
Porque son "nuestra libra de carne". Abrazos.
ResponderEliminarMarilú: El apego tiene su razón de ser... hasta que deja de tenerla, cuando se convierte en adicción u obsesión. A veces hay que aprender el desapego.
ResponderEliminarMarisa: ¿De la vital o de los kilos que sobran? ;-))
Cuántas vueltas le doy a la cabeza, ja, ja.
Gracias por pasar.